Conoce la historia de Ale Llosa, la emprendedora que en el 2008 fundó KO Urban Detox Center en Perú, con el fin de empoderar y ofrecer un sistema de entrenamiento para la vida, y recientemente inauguró su primera sede en Madrid.
Mantener nuestro estado de ánimo equilibrado no resulta ser tan difícil como muchos suelen pensar. Existen ciertos elementos clave para, día a día, fortalecer nuestra felicidad; solo debemos mantenernos enfocados en entrenar cuerpo, mente y emociones, y este es precisamente el concepto de KO Urban Detox Center, una cadena de centros de wellness, fundado en el 2008 por Ale Llosa, que ha logrado expandirse por Latinoamérica y que hoy también cuenta con su primera sede en Madrid, España.
¿Quién es Ale Llosa y cómo nace KO Urban Detox Center?
Ale Llosa es una peruana que, en 2008, fundó KO Urban Detox Center, una empresa que tiene como fin empoderar y ofrecer un sistema de entrenamiento para la vida, un lugar en el que las personas se dediquen a trabajar su bienestar físico, mental y emocional a través de diferentes deportes, sin importar la edad, ni el género, ni el país, ni el momento en el que se encuentren en la vida.
Este negocio empezó a dar sus primeros pasos en un pequeño garaje en Lima, cuando Ale empezó a reconocer que, pese a que no le iba mal laboralmente en su trabajo en marketing, no se sentía cómoda viviendo con muchas inseguridades y demasiada dependencia de la opinión externa, ya que sus decisiones se basaban en las cosas que los demás esperaban de ella y no en lo que su corazón decía.
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De esta manera se dio cuenta que el crecimiento profesional estaba causando en ella un desequilibrio y decidió tomarse un año sabático para estudiar y experimentar todas las disciplinas existentes.
“Quería apostar por una forma diferente de hacer las cosas y decidí que esa salida sería el deporte, porque me ayudaba a despertar y a liberar estrés. El deporte era lo único que me estaba haciendo sentir y sacar una versión genuina de mí misma que me gustaba, una versión empoderada, calmada y ligera”, explicó Llosa durante una entrevista con el portal español 20 minutos.
Fue así como, al poco tiempo, se enamoró del boxeo, ya que le transmitía la idea de vivir ágil y con capacidad veloz de respuesta como en las artes marciales, porque le ayudó a mantenerse enfocada y le enseñó a mantener su fuerza controlada. Así también quedó encantada con el entrenamiento militar, que le enseñó a retarse, a superar sus límites y a encontrar una versión de sí misma más empoderada y del yoga, con el que encontró una calma interior y una conexión.
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“Lo más importante que cambió en mí fue entender que el exterior no importa si el interior no está en armonía. Para buscarla, entre la fuerza y la liberación, cree KO, porque pensé en poner en servicio de la gente eso que me había transformado”, señala Llosa.
Los obstáculos en su camino como emprendedora
El camino en la vida de un emprendedor es complicado, pero ver el fruto de su esfuerzo siempre será reconfortante. En este caso, hoy por hoy, Ale Llosa puede notar cómo ha crecido su empresa de manera exponencial en los últimos años. De empezar con muchos miedos en un garaje en Lima, a estar presente en diferentes países del planeta.
Su rápida expansión por diversos puntos del planeta se dio gracias a que, durante la pandemia, KO lanzó una plataforma digital que fue todo un éxito, ya que tuvo llegada en 47 países, incluido España, donde obtuvo uno de los mejores ratios de ‘engagement’, razón principal por la que recientemente se abrió una sede física en Madrid.
Actualmente, Ale Llosa puede ver los frutos de su esfuerzo plasmados en cada uno de los espacios que ha ido inaugurando fuera de su país natal, Perú. Sin embargo, en el camino tuvo que enfrentar diversos obstáculos para llegar hasta donde hoy está.
“Hay un lema que dice que el mayor problema del ser humano es creer que no tiene que tener problemas, porque la vida está llena de situaciones a resolver”, dice Ale, quien además asegura que su primera traba fue dejar su trabajo para meterse en el ámbito del deporte, cuando hace 14 años el mundo no se movía en centros de ’boutique fitness’.
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Asimismo, explica que su segundo obstáculo fue que planteaba una forma de trabajo físico relacionado con el boxeo y con el ‘bootcamp’, que entonces estaban relacionados con los hombres. “Al comienzo venían señores que me miraban con desconfianza, porque veían a una mujer emprendedora que no sabía ni boxear, pero no quería un boxeo tradicional”, contó. Además, otra traba importante fue la de estar haciendo una carrera espectacular en la empresa más solicitada de Perú e irse de repente.
Por otro lado, Ale también transmite el concepto de KO a las empresas, ya que piensa que para que alguien sea mejor trabajador, lo primero que se debe hacer es conseguir que se sienta equilibrado y en paz en su vida. Por eso, cuenta con un plan en el que brinda servicios, acompañados de la filosofía KO, por medio de diferentes formatos: de manera presencial, mediante la plataforma digital, a través de ‘talks’ mensuales, entre otros.
“Lo que hacemos es entregarles esta herramienta como una forma de hacer este trabajo de autoconocimiento para que sean las mejores personas en sus vidas personales y luego, en sus trabajos. Si estás bien, tu mundo va a estar mejor”, indica.
Así conocimos la historia de Ale Llora, una peruana que, pese a todos los comentarios que podía escuchar a su alrededor, tuvo la valentía de decidir hacerse caso a sí misma y optar por su felicidad, para así mantener en equilibrio su salud física, emocional y mental, para luego transmitir esta filosofía de vida al mundo.
