MEMORIA DESCRIPTIVA:
Casa Manire es un proyecto que creamos para desconectar de la vida urbana y
reconectar con la naturaleza. Inspirados en la arquitectura de las Case Study Houses de
Eames y la simpleza de las cabañas de bosque japonesas, nuestro objetivo fue crear un
espacio que permitiera una profunda conexión con el entorno natural. La casa está
ubicada en una propiedad de la familia de Yerko, donde sus abuelos tuvieron un fundo,
lo que le da un valor histórico y emocional especial. La propiedad está rodeada de selva,
antiguas ruinas de piedra que fueron parte del fundo y plantaciones de plátanos, cacao
y té que aún se conservan. Además, el río Manire frente a la casa aporta un elemento
de agua crucial, con su sonido creando una atmósfera serena y envolvente. Queríamos
un refugio que ofrezca una experiencia de paz y conexión interior, integrando el pasado
familiar con la sensibilidad hacia el entorno natural.
Originalidad:
Casa Manire destaca por su combinación única de innovación y ejecución. El diseño
incorpora un techo volado que crea una estructura menos invasiva y permite volados
que agreden menos al terreno, evitando interrupciones en la vista al río. Las ventanas
del segundo piso, situadas en una de las aguas del techo, ofrecen una vista espectacular
del paisaje, integrando aún más el entorno con el interior de la casa. Este diseño
innovador refleja una filosofía de vida en armonía con la naturaleza y ofrece una
oportunidad para intervenir de manera distinta. El fuerte vínculo con el entorno y la
integración del paisaje con el interior de la casa son elementos clave, logrados a través
de amplias ventanas que eliminan barreras visuales. De día, el entorno se refleja en los
vidrios, mientras que, de noche la casa parece una lámpara en medio de la selva,
creando un ambiente mágico y acogedor.
Ejecución:
El diseño de Casa Manire fue llevado a cabo con la colaboración del arquitecto Martin
Dulanto y el equipo de Puna Estudio. Utilizamos materiales locales como piedra, madera
y fibras naturales, y contratamos mano de obra 100% local, adaptándonos al ritmo
natural y a los tiempos de la comunidad. La madera usada, “ana caspi”, proviene de
bosques sembrados y está certificada como ecológica, evitando el uso de madera ilegal.
El techo ecológico, hecho de fibras naturales, se adapta al entorno al mimetizarse con
el paisaje y cambiar de color con el tiempo. La piedra volcánica se utilizó para los
lavaderos, y las fibras naturales para revestimientos y muebles. Los banquitos, mesas y
sillas fueron elaborados por carpinteros locales, y el revestimiento de piedra travertino
completa el concepto. Este enfoque no solo minimiza el impacto ambiental, sino que
también eleva las capacidades y técnicas de construcción de la gente de la zona,
mostrándoles que es posible construir con materiales locales respetando el medio
ambiente.
Aporte a la sociedad:
Casa Manire no solo es un refugio personal, sino que también es un espacio inclusivo y
en armonía con su contexto biocultural. Al utilizar materiales y mano de obra local, el
proyecto ha contribuido al desarrollo económico de la comunidad. Además, redefine el
concepto de lujo: no como el uso de materiales caros, sino como la posibilidad de vivir
en armonía con la naturaleza. Estamos utilizando un biodigestor y agua de un manantial
cercano, haciendo del proyecto un referente ecológico en la zona. Los restos biológicos
del biodigestor se utilizan como abono para la plantación de cacao, y la energía
hidráulica proviene de la quebrada más cercana. Casa Manire es un ejemplo de cómo la
arquitectura puede ser un puente entre el pasado y el presente, entre el ser humano y
la naturaleza, ofreciendo una vida tranquila y rodeada de belleza natural. A través de
este proyecto, mostramos a la gente de la zona que se puede construir con respeto y
sensibilidad hacia el entorno, sacrificando facilismos en pos de un diseño que estrecha
el vínculo con la naturaleza.