Lima, 06 de diciembre de 2024
Un niño socioemocionalmente estable está más abierto al aprendizaje. En el Perú, donde la crisis educativa está latente, las dificultades emocionales pueden impactar negativamente en el rendimiento académico, llegando a reducirlo hasta en un 30% (Ministerio de Educación del Perú, 2020). Por ello, el bienestar emocional se convierte en una prioridad que involucra tanto a los niños como a los adultos que los rodean.
El desarrollo socioemocional es una necesidad vital que debe cultivarse desde la infancia. Habilidades como la empatía, resiliencia y la gestión de emociones no sólo mejoran el rendimiento académico, sino que también empoderan a los niños a enfrentar cualquier desafío con la mentalidad de “yo puedo”. Este empoderamiento es esencial para que crezcan con la confianza y seguridad para convertirse en adultos fuertes y capaces.
Para lograr un desarrollo integral, es fundamental que los adultos—padres, maestros o cuidadores—prioricen su propia estabilidad emocional y guíen a los niños con el ejemplo. A nivel global, más del 15% de los niños y adolescentes enfrentan dificultades emocionales, incluyendo ansiedad, depresión y déficit de atención (OMS, 2020). Por lo tanto, es crucial que los adultos aprendan a regular sus propias emociones, de modo que puedan validar las de los niños y reconocer sus talentos y potencial, haciéndolos valiosos.
Cristina Suero, docente especialista en primera infancia con más de 35 años de experiencia, lo resume de manera clara: “Si cada niño en el Perú creciera creyendo en su poder, nuestro país sería otro. Desde su poder personal, los niños pueden crear cosas maravillosas y creativas, y contribuir a una sociedad más justa.”
La educación, en este sentido, no solo constituye aprender contenidos académicos, sino formar personas integrales, capaces de construir un futuro más prometedor para todos. Y es bajo esa premisa, que Kantaya, desde su fundación hace 20 años, ha demostrado que integrar el bienestar emocional en la educación tiene un impacto transformador. Con su Programa After School, no solo empodera a niños y niñas en situación vulnerable a través de un aprendizaje intelectual y socioemocional, sino que ha logrado que el 70% de ellos accedan a estudios superiores. De manera complementaria, con el Programa Podera, capacita y empodera a mujeres, logrando que el 86% de ellas se sientan más seguras y preparadas en su rol como Auxiliares de Educación Inicial, asegurando que más niños peruanos reciban el acompañamiento y la contención emocional que necesitan.
Para más información sobre cómo puedes apoyar estos programas y contribuir al futuro de los niños y niñas en el Perú, te invitamos a visitar kantayaperu.com o contactarte al +51 938 667 604, para transformar más vidas.
