Las hermanas que crearon una marca de moda a partir de botellas de plástico recicladas

Conoce la historia de Valentina y Stefania, las hermanas que crearon Mar Mara, una marca de ropas de baño confeccionadas con telas hechas a partir de botellas de plástico recicladas de ríos y mares de Colombia.

Cada vez son más las personas que toman conciencia por cuidar el medio ambiente. Poco a poco, van surgiendo nuevas marcas sostenibles, que no solo buscan ofrecer un producto de calidad, si no que también pretenden que su fabricación no afecte al ecosistema. 

Un ejemplo de marca interesada por la moda sostenible es Mar Mara, un emprendimiento de ropas de baño que diseña prendas elaboradas con telas hechas a partir de botellas de plástico recicladas de ríos y mares de Colombia. 

Mar Mara nació gracias al sueño de un par de hermanas colombianas que, inspiradas por sus padres, decidieron luchar por sus sueños y trabajar con mucho esfuerzo para lograrlo, aunque el camino haya sido complicado. 

A continuación, te contamos la inspiradora historia de estas emprendedoras que creen en el talento y arte que existe en su país y que hoy pretenden motivar a que más jóvenes sigan el mismo camino. 

Los rostros detrás de la marca 

Valentina y Stefania Orozco son dos hermanas colombianas de 29 y 33 años que vieron una oportunidad en la moda, pero decidieron trabajar de tal manera que no perjudique al medioambiente. 

Pese a que ambas cuentan con profesiones diferentes, Valentina estudió Diseño de Modas y Stefania, Relaciones Internacionales, han logrado complementar sus conocimientos muy bien y lograr así el éxito de su empresa. 

¿Cómo iniciaron?

Todo empezó cuando Valentina se graduó de la universidad y decidió crear su propia marca. Ella fue quien dio los primeros pasos, realizando diseños con una propuesta diferente a la que suele verse en el mercado, quería que tuvieran arte. Por eso, buscaba inspiración en la naturaleza, en la magia que transmite, sus colores y siluetas. 

Luego, empezó con la búsqueda de insumos, proveedores y talleres hasta encontrar todos los materiales que le ayudaran a que su producto tenga calidad. 

Para poder hacer realidad este proyecto necesitaban capital financiero. Es en ese momento que contaron con el apoyo de su familia y luego, poco a poco y con mucho esfuerzo, lograron pagar la deuda con las ganancias de su emprendimiento. 

Durante una entrevista con El Espectador, las hermanas señalaron que emprender ha sido muy duro para ellas. Esto debido a que cuando hay ganancias siempre es necesario reinvertir para que puedan seguir creciendo. Además, explicaron que mientras la marca va creciendo, las responsabilidades también, por lo que al principio fue muy complicado ver tangibles los frutos de su trabajo. 

De esta manera, a través de las ropas de baño que confeccionan, hoy en día continúan creando una marca de moda consciente y eco amigable con el medio ambiente, haciendo realidad sus sueños. 

Las hermanas consideran que no hace falta mucho para que sientan que lograron cumplir su sueño. Ambas desean que su marca cruce fronteras y personas de otros países también puedan conocer a Mar Mara. 

Un ejemplo de resiliencia y empoderamiento femenino 

El ejemplo e inspiración para crear Mar Mara lo obtuvieron de sus padres. Fueron ellos quienes desde muy pequeñas les enseñaron a ser independientes, a seguir sus sueños y a trabajar para cumplir sus propios logros. 

Emprender puede ser un camino muy duro, pero también muy reconfortante si la perseverancia y esfuerzo se mantienen. Las hermanas confiesan que más de una vez tuvieron ganas de tirar la toalla, que al principio se les hizo muy difícil crecer y sentir que todo el empeño que le ponían a su marca llegaba a ser suficiente. Sin embargo, nunca se rindieron, por el contrario, optaron en algunas oportunidades por bajar el ritmo y darse un respiro para poder regresar con más fuerzas

Actualmente, no han dejado de soñar. Consideran que, en 10 años, Mar Mara ya no será un emprendimiento, será una empresa rentable, sólida, exitosa, que generará mucho trabajo, que estará posicionada en el mercado, que exportará y que muchas personas querrán ser parte. 

“El mayor mensaje a las futuras generaciones es que emprender vale la pena. Es difícil, pero es mucho más gratificante que trabajar para otros. Todo tu esfuerzo se ve reflejado en los resultados de tu propio negocio”, señalaron las hermanas durante una entrevista con El Espectador. 

“Tal vez no lo puedes lograr todo de inmediato, pero si puedes ir construyendo paso a paso las metas que quieres lograr. Y es fundamental ponerse objetivos claros para trabajar por alcanzarlos”, concluyeron. 

De esta manera conocimos la historia de Valentina y Stefania, dos hermanas que con mucho esfuerzo y dedicación están demostrando que trabajar y poner su máximo esfuerzo por cumplir sus sueños siempre valdrá la pena.

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